miércoles, 14 de mayo de 2008

Mi querido Conde Gómez:

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Olvidárame por un momento
que entre tanto poeta me hallara
y para no sentir vergüenza
esta copla adjuntara.

Siendo Vos, Señor
y yo juglar Canalla
reclamo vuestro perdón
y atención a la pantalla.
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En Madrid, la Villa y Corte
allá en el sesenta y siete
nació Víctor Gómez
hecho todo un mamoncete.

A los tres años ya corría
por las calles de Valencia
y el muy jodido ya exprimía
a su madre la paciencia.

De familia acomodada
con los curas estudió
pero siendo el chico torpe
hasta el recreo suspendió.

Canijo y desgarbado
larguirucho y cabezón
para cambiar su figura
al gimnasio se apuntó.

No sé si a kárate o a judo
pero las hostias le llovían
rumió sobre el asunto
y al baloncesto cambiaría.

Entre hostias y canastas
a las chicas descubrió
asombrado con sus curvas
el deporte abandonó.

En las discos se rozaba
mucho más que una dinamo
y el volcán que en él bullía
lo apagaba con… … … como podía.

Entre tanto mujerío
y el Víctor desorientado
asomó la pelirroja
y cayó fulminado.

Ahora ahí estamos
con dos chicos como soles
la belleza de Jana
y él de nuevo en el Cole.

Siempre tuvo desde joven
por la lectura afición
descubriendo en la poesía
su verdadera pasión.

El Víctor que hoy conocemos
es un chico cultivado
es un ávido lector
un poeta diplomado.

Acróbata verbal.
Re-inventor del diccionario
Agitador social.
Del verso bibliotecario.




Por hoy es suficiente
no habrá ya más castigo
que ripio tan excelente
no merece tal amigo.

Si su irregular proceder
denotara mejoría
juro a vuestra merced
abandonar la poesía.

A vos Don Gómez dejo
en tan grata compañía
que soy yo un infiltrado
y aquí nada pintaría.


Con las debidas reverencias: Tu Caaalo

Al tercer día del mes de Junio del año 2008 de la Era Cristiana.
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P.D: Yo también te quiero.
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1 comentario:

Julio Obeso González dijo...

¡Qué necesarios eres: Amigo mío!
Componer rimando y con el mazo dando:
Este es mi Caaalo.

Muaaaakssss